martes, 30 de abril de 2013

EL MIEDO

Nos perdemos la vida por miedo a vivirla. Nuestros miedos muchas veces provienen de los propios fantasmas. Se “enquistan” en nosotros y no podemos vivir con ellos pero tampoco sabemos cómo “salir” de ellos. Sólo podemos superarlos enfrentándonos a lo que tememos. Si no lo hacemos la vida nos lo trae una y otra vez. Y cada vez se potencian más; dejándonos impotentes y paralizados. Reprimirnos, negarnos, tener temor a mostrarnos tal cuál somos o lo que sentimos, identificarnos con el ego y protegernos de “ posibles sufrimientos” ; sólo nos lleva a más sufrimiento y a la fragmentación, porque nos aleja de nuestro verdadero Ser. Al escaparnos del encuentro con nosotros mismos y lo que somos realmente, al buscar mil formas de evadirnos, también lo hacemos de nuestras necesidades esenciales y por miedo a enfrentarnos con nuestros “fantasmas” nos perdemos la oportunidad de VIVIR y de aprender lo que ellos nos vienen a enseñar. Por eso el miedo tiene efectos muy dañinos sobre el Alma, nos lleva a la depresión y al sentimiento de falta de sentido de trascendencia, pero también sobre nuestro cuerpo. La preocupación por lo que nos pueda suceder en el futuro, o por no revivir sufrimientos del pasado condiciona nuestra historia y nos lleva a perdernos la posibilidad de elegir cómo queremos vivir en el único momento que realmente existe, el presente. Al cerrar el corazón para que no entre el dolor, también evitamos que entre la alegría.

martes, 16 de abril de 2013

CUENTO: ZANAHORIAS, HUEVOS Y CAFÉ

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: “Querida, ¿qué ves?” -”Zanahorias, huevos y café” fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, padre?” El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua. “¿Cual eres tú?”, le preguntó a su hija. “Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. Y tú,¿cual de los tres eres?

lunes, 15 de abril de 2013

PROYECTO CUENTA CUENTOS

Los Cuenta Cuentos, es un proyecto que venimos desarrollando semanalmente en el Hospital de Quemados, desde el año 2006. Contamos con el reconocimiento y el respaldo de los directivos de la Institución y de las autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de BsAs. Este es un trabajo con los niños que están pasando dificultades de salud y con sus familiares. Nuestra tarea específica es la de leerles, narrarles, recrearles cuentos, historias y leyendas, que puedan permitirles abrir sus cabecitas, sus mentes y corazones a un mundo muchas veces desconocido y como aliento en su tiempo presente. Servimos a estos niños con alegría, respeto y compromiso. Muchos ojos nos observan: familiares, médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos, seguridad, limpieza. Para todos ellos somos como un aire fresco, festivo y amoroso que llena los pasillos e inunda cada sala con perfume. Nos identificamos con el pensamiento de aquel soñador que fue Martin Luther King, quien dijo: "Si supiera que el mundo se desintegrara mañana, yo igual plantaría mi manzano." Bienvenido/a a sumarte a nuestro equipo!!! Rut Puccio Coordinadora Cuenta Cuentos 4252-1072 / 15-4164-0202 Hospital de Quemados Av. Pedro Goyena 369 Capital Federal

viernes, 12 de abril de 2013

LEGADO DE LOS AUTENTICOS

Los pueblos originarios del desierto australiano, “Los auténticos”, cómo ellos se nombran, son una de las culturas más antiguas aún existentes . Estos son algunos de los conceptos que ellos nos regalaron: -No festejan sus cumpleaños, no festejan el hecho de volverse mayores, sino cuando consideran que se han vuelto más sabios. -Traer una nueva vida al mundo es un acto creativo consciente. Significa que se le ha proporcionado un cuerpo terrenal a un alma compañera. No esperan que los cuerpos no tengan defectos. La que carece de defectos es la joya invisible que se lleva en el interior y da, y recibe, ayuda para que las almas de refinen y mejoren. -Todos los seres humanos son almas que están de paso en este mundo. Las almas existen para siempre. Todos los encuentros con otras personas son experiencias y relaciones para siempre. Se debe cerrar el círculo de cada experiencia. Si se tienen malos sentimientos y ese círculo no se cierra, se volverá a repetir más adelante y se repetirá una y otra vez hasta que se aprenda. Todos llegan a la vida del prójimo para enseñar y aprender algo. -Lo único verdaderamente importante son las emociones, que se quedan grabadas en cada célula del cuerpo, en nuestra personalidad, la mente y el ser entero. Llenan nuestra parte eterna. Lo que cuenta es el sentimiento que se experimenta cuando uno se entrega con sinceridad y afecto. -No somos víctimas al azar de una mala salud, sino que nuestro cuerpo es el único medio que tiene nuestro nivel superior de conciencia para comunicarse con nuestra conciencia personal. Con la pérdida de la salud , el cuerpo nos da la oportunidad de mirar alrededor y analizar las heridas que son realmente importantes y que hay que reparar: las relaciones en crisis, las brechas abiertas en nuestros sistemas de valores, las murallas que levanta el miedo, las emociones insensibilizadas que impiden el perdón, la importancia en exceso que le damos al color y la forma de los cuerpos, entre otras cosas. Por eso todos llevan la curación en su interior. -Perder el equilibrio entre el trabajo y la diversión nos convierte en seres descentrados. -La serpiente es nuestra maestra cuando observamos la frecuencia con que cambia de piel. Poca cosa se ha hecho en la vida si lo que uno cree a los siete años sigue siendo lo mismo que cree a los treinta y pico. Es necesario desprenderse de viejas ideas, costumbres, opiniones y, a veces incluso, de viejos compañeros. La serpiente no es mejor ni peor por desprenderse de su antigua piel; sencillamente esta mutación es necesaria. No pueden recibirse cosas nuevas si no hay espacio para ellas. -Los actos, la apariencia y el comportamiento que no te gustan en los otros, son las cosas de ti mismo sobre las que necesitas trabajar. Sólo se puede cambiar por una decisión propia, y todos pueden hacerlo . Sólo se puede influir en otra persona con la propia vida, con el modo que actúas y con lo que haces. Por eso todos tienen el compromiso permanente de transformarse en mejores personas. -Todo es uno, nuestros antepasados, nuestros nietos no nacidos, la vida toda en todas partes. Si hieres a alguien, te hieres a ti mismo. Si ayudas a alguien, te ayudas a ti mismo. -No todas las personas que respiran están vivas. La gente no vive cuando está furiosa o deprimida, cuando se compadece de sí misma o está llena de temor. -Todo el mundo debe experimentar todos los diferentes papeles alguna vez, sin excepción, tarde o temprano, si no es en esta vida, en alguna otra. El único modo se superar una prueba es realizarla. Todas las pruebas en todos los niveles se repiten siempre de un modo u otro hasta que las superas. -El universo es el resultado de la expansión de la energía de la Divina Unidad, no es un acontecimiento fortuito sino un plan en desarrollo, por eso no hay que temer a nada. -El alma que deja el cuerpo terrenal escucha exactamente las mismas palabras que le dicen al nacer: “Te amamos y te apoyamos en el viaje”. No hay tristeza ni lamentos: no se puede matar lo que es eterno. -No debería existir sufrimiento para criatura alguna excepto el que ella acepte para sí misma. También, cada alma individual en el más alto nivel de su existencia puede elegir, y en ocasiones lo hace, un cuerpo imperfecto; para venir a este mundo a enseñar e influir en las vidas con las que entra en contacto. -Dicen que nosotros, los seres “civilizados”; malgastamos todo nuestro tiempo en cubrir la verdad con la conveniencia, el materialismo, la inseguridad y el miedo; y nos abocamos en proyectos superficiales, artificiales, temporales, de atractiva apariencia, pero dedicamos muy pocos segundos a desarrollar nuestro ser eterno. No conocemos la diferencia entre observar lo que ocurre y juzgarlo. Sin reconocer que todo lo que nos sucede es una oportunidad para nuestro enriquecimiento personal.